miércoles, 7 de septiembre de 2011

Quercus pyrenaica (melojo, rebollo)

El melojo (quercus pyrenaica), es el roble típicamente mediterráneo, y por lo tanto el más extendido en el Sistema Central. El piso supramediterráneo es el territorio natural de este árbol, aunque en la franja superior ha sido sustituido muy a menudo por pinares silvestres. Habitualmente formando dehesas (como en el caso de la fotografía, en el valle de Bustarviejo, en pleno més de noviembre), ha sido tradicionalmente utilizado para leña y obtención de carbón vegetal, actividades ambas bastante abandonadas hoy en día, por lo que es frecuente encontrarse con masas de melojo en regeneración con fustes estrechos y porte arbustivo.
El melojo es un árbol marcescente, es decir, que mantiene parte de sus hoja secas en el árbol hasta el rebrote de las nuevas.
  
Hojas profundamente lobuladas, con los senos penetrando hasta más de la mitad de la hoja e incluso alcanzando en ocasiones el nervio central.

Fina borra, o pelosidad en el envés de la hoja.


Familia: Fagáceas. Arbol de hasta 20 m., corteza de color pardo grisáceo, agrietada, rebrota con facilidad debido a sus cortos rizomas; hojas profundamente lobuladas, con una fina borra debido a que posee numerosos pelos estrellados, peciolo corto, inflorescencia en amento,  de color amarillo; fruto en aquenio (bellota), cubierto parcialmente por una estructura en forma de dedal (cascabillo), de hasta 5 cm., con pedúnculo muy corto.

Aunque sus bellotas sirven de alimento para el ganado y la corteza es utilizada para curtir, el principal uso que se hace del melojo se basa en la calidad de su madera como combustible, por lo que se esquilma frecuentemente.

Texto extraído de la "Guía botánica del Sistema Central español" de Modesto Luceño y Pablo Vargas.

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