miércoles, 28 de diciembre de 2011

Quercus ilex subsp. ballota (encina)

La encina (quercus ilex) es la especie dominante del piso mesomediterráneo en el Sistema Central, pudiendo ascender también por el piso del melojo (supramediterráneo), llegando incluso a situarse por encima en laderas especialmente soleadas. Se trata de la típica formación esclerófila (hojas duras y perennes) adaptada al clima mediterráneo, soportando condiciones estivales de sequía, pero también fuertes heladas invernales. La subespecie ballota abarca casi toda la Península a excepción de la franja húmeda norteña, donde encontramos la subespecie ilex. Normalmente aparece formando dehesas, como en el caso de la fotografía, en la Dehesa de Moncalvillo (Guadarrama). Se aprecia como las ramas desaparecen por debajo de 1,5-2,0 mts. debido al ramoneo del ganado.

Hojas coriáceas y elípticas, con el borde espinado, en un ejemplar joven.

Hojas sin espinas en un ejemplar maduro.

Envés blanquecino. Se aprecia la borra ó pelosidad que presenta. Tambíén se aprecian los nervios secundarios que no suelen pasar de los 6 pares, a diferencia de la subespecie ilex, con hojas más grandes y más nervios secundarios. Los nervios apenas guardan paralelismo y se ramifican en algunos casos antes de llegar al borde; esto las diferencia del alcornoque (quercus suber).

Bellotas de quercus ilex (encina). El cascabillo, ó cúpula ocupa aproximadamente 1/3 de la longitud, a diferencia de la coscoja (quercus coccifera) con una proporción de 1/2 por 1/2.

Flores colgantes en amentos, de la encina. También se aprecina jovenes brotes de hojas, con un verde más claro. Estamos a finales de mayo, y durante unas semanas los encinares varían ligeramente su aspecto.

Corteza uniformemente agritada de la encina (quercus ilex).


Familia Fagáceas.

Arbol de hasta 15 m. Cuando es joven aparece en forma de arbusto (carrasca); hojas coriáceas, elípticas, con espinas en los márgenes cuando son jóvenes, haz de color verde parduzco, envés blanquecino debido a que posee una fina borra, perennes (hasta 3 ó 4 años); numerosas flores masculinas y unas pocas flores femeninas reunidas en amentos amarillos; fruto en aquenio (bellota) rodeado parcialmente por una estructura en forma de dedal (cascabillo), alargado, con pedúnculo corto, de sabor dulce cunado finaliza su maduración (otoño).

Sus dulces bellotas son un excelente alimento para el ganado, e incluso han sido muy utilizadas por el hombre en épocas de escasez; codidas se han utilizado como astrigentes. Su madera se emplea para la construcción de postes, ruedas de carros, etc., como combustible y para la obtención de un excelente carbón vegetal.

Texto extraído de la "Guía botánica del Sistema Central español" de Modesto Luceño y Pablo Vargas.

Dryomyia lichtensteini (agalla de la encina)

Agallas producidas en el envés de las hojas de encina trás la puesta de huevos de una mosca (dryomyia lichtensteini). No tiene gran importancia como plaga,sin llegar a afectar seriamente al encinar. Esta encina en concreto cohabita con sus huespedes junto a las cercas de piedra en los arrabales de Pedrezuela, próxima al río Guadalix.

Aspecto del haz de la hoja afectada.

Descripción. Son dípteros de la familia de los cecidomidos.
El adulto es una mosca muy pequeña de unos 3 mm de longitud, de color negruzco en el macho y rosado en la hembra. Ésta tiene un prominente oviscapto y los machos posen una armadura genital llamadas parámeros de forma semicircular muy características. Las antenas de ambos poseen 16 artejos pero en el macho están muy separados en forma de rosario. Los huevos son alargados y de color rosados al igual que las larvas neonatas, que a medida que desarrollan se tornan amarillas. Éstas evolucionan hasta formar las pupas que en su último estadio son rojas con los rudimentos negros.

Biología. A principios de primavera, los adultos emergen de las agallas por el haz de la hoja, en un vuelo masivo en forma de nube, momento en el que se produce la cópula e inmediatamente después la puesta sobre las hojas de las quercineas (150-160 huevos/hembra). Con la eclosión aparecen las larvas neonatas que emigran hacia el haz atacando la cutícula de la hoja y provocando una depresión que posteriormente y al mismo tiempo que crece la hoja, va desarrollándose hasta formar la agalla. Durante el invierno, en el interior, las larvas evolucionan para nuevamente en primavera emerger los adultos y comenzar el ciclo de nuevo.

Daños y medios de control. Los daños no presentan en principio, importancia económica, mas bien estética, dando al árbol un aspecto enfermizo y apagado. Pero es indudable que en ataques masivos y durante varios años consecutivos, se podría producir un debilitamiento paulatino del árbol llegando a empeorar su vegetación, que en última instancia, podría llegar a afectar a la producción de bellota. En principio, no es necesario ni el empleo de tratamientos químicos, ni control alguno, pero en las zonas donde se realizan tratamiento para lepidópteros se aprecia una considerable disminución de éstos dípteros.

martes, 20 de diciembre de 2011

Quercus suber (alcornoque)

Este alcornoque (quercus suber) de mediano porte forma parte del pequeño alcornocal de la Dehesa Vieja, en Torrelaguna. Es una especie endémica del mediterráneo, mucho más abundante hacia el suroeste del Sistema Central. Prefiere suelos silíceos y climas algo más húmeos que la encina.
El alcornoque se aprovecha y cultiva para la extraccion del corcho de su corteza, sin embargo en esta dehesa madrileña crece actualmente de forma natural.

El aspecto del alcornoque es similar al de la encina, sin embargo se diferencian muy bien por la corteza. De la corteza del alcornoque se extrae el corcho que es el que le aporta este aspecto agrietado, grueso y poroso.

Tronco de alcornoque, con la corteza acorchada. En los ejemplares con aprovechamiento, se puede observar la casca (capa debajo de la corteza) de color negro rojizo.

Hojas ovadas, coriáceas y brillantes, con dientecillos perimetrales, de aspecto similar a la encina, aunque en esta hay una mayor variedad formal de la hoja.

Envés de la hoja blanquecino. Se aprecian claramente los nervios secundarios, rectilíneos, paralelos y alcanzando el margen de la hoja, de forma muy marcada, a diferencia con la encina.

Las bellotas presentan las escamas de la cúpula alargadas.

Familia: Fagáceas.

Origen: Árbol endémico de la Región Mediterránea occidental. Cubierto por una gruesa corteza, que produce el corcho.Su tamaño es medio o grande y puede alcanzar los 25 metros. Se asemeja mucho a la encina, de la que sin embargo se distingue facilmente por su corteza muy gruesa, esponjosa y ligera que recibe el nombre de corcho.En su juventud presenta un porte erecto, que luego tiende a inclinarse y retorcerse. Copa densa y extensa, redondeada e irregular.Su corteza es el corcho, muy grueso y agrietado y de color grisáceo. Cuando se extrae, el tronco queda con un aspecto rojizo.
Hojas: simples, alternas, persistentes, de 2,5 a 10 cm x 1,2 a 6,5 cm; coriáceas, de ovado-lanceoladas a oblongas, verde oscuras, glabrescentes por el haz y muy tomentosas por el envés.Florece por primavera y a veces de forma difusa hasta el verano y el otoño.Fructificación: fruto en bellota alargada y vellosa en el ápice. Cúpula con las escamas inferiores cortas y las superiores alargadas y algo revueltas.
El alcornoque se encuentra en los países del oeste del Mediterráneo, tanto en el sur de Europa como en el norte de África. Vive en terrenos silíceos, sueltos y permeables. Precisa de luz intensa y aguanta bien el calor, aunque no prospera en climas demasiado secos.

Además de su principal aprovechamiento, el corcho, también es destacable el de la bellota en montanera por su maduración difusa a lo largo del tiempo. El corcho tiene múltiples aplicaciones, desde tapones y aislantes a modernos tejidos. El alcornoque desplaza a la encina en aquellos lugares más húmedos. La casca del alcornoque es muy rica en taninos y goza de mucho aprecio para curtir los cueros. La madera es dura y se ha utilizado en la fabricación de herramientas.

 Altitud: desde 0 hasta 1.200 m, incluso en 1.500 m. El suelo desprovisto de cal y en climas suavizados por la influencia del mar, algo húmedos y sin fuertes heladas.A diferencia de la Encina (Quercus ilex) no soporta los terrenos calizos y es menos resistente al frío.



lunes, 12 de diciembre de 2011

Rosmarinus officinalis (romero)

Romero, arbusto siempre verde, que prefiere terrenos calcáreos. A pesar de ello también está presente en el Sistema Central. Esta mata en concreto, cerca del embalse de San Juán.
El nombre officinalis se debe al empleo habitual que se hacía del romero en las oficinas de farmacia. Y también en más de una cocina.

Profusamente ramificado, con muchísimas hojas.

Hojas estrechas y casi cilíndricas, con el borde vuelto hacia atrás. Verde lustrosas por el haz y blancas por el envés.

Familia: Labiadas

 Origen: el romero es una planta originaria de la región mediterránea, sobre todo de las áreas donde el suelo es especialmente seco, arenoso y rocoso. Etimología: el nombre científico "Rosmarinus" parece ser que deriva, bien de las palabras latinas "Ros": Rocío y "Marinus": Marino, por ser especie que no suele alejarse en demasía de las zonas costeras; o bien de los vocablos griegos "Rhops": Arbusto y "Myrinos": Aromático. El epíteto "officinalis" se aplica a muchas especies que desde muy antiguo han sido consideradas medicinales. Arbusto perenne de hasta 2 metros. Es muy aromático y es una importante planta melífera con gran número de aplicaciones medicinales y cosméticas. Hojas firmes, verde oscuras por la haz y blanquecinas por el envés, provistas de abundantes glándulas de esencia. Flores de color azul o violáceo pálidos con los estambres más largos que los pétalos y el labio superior de la corola curvado. Fruto seco con semillas menudas.

 Dice un viejo refrán que "De las virtudes del romero se puede escribir un libro entero". Se emplea como condimento y también en medicina y en perfumería. Es planta vulneraria, esto es, que cura heridas y llagas (según otro refrán "Mala es la llaga que el romero no sana"), para lo cual se ha venido empleando la infusión de las sumidades floridas de esta especie. Asimismo ,el famoso alcohol de romero se ha usado también desde antiguo para aliviar las partes doloridas o las fatigas musculares. De sus hojas se obtiene el "agua de la reina de Hungria", para perfumería y tambien un agua destilada que se utiliza como colirio, la esencia puede usarse para combatir dolores reumáticos. Se usa tambien para baños relajantes, como mascarilla revitalizante y como tónico capilar.
 En la cocina se utiliza para asados, guisos, sofritos, sopas y salsas y además se puede preparar "vino de romero con propiedades benéficas para la función estomacal.

 Es una especie termófila, alcanzando su desarrollo óptimo en sitios secos y soleados y sobre cualquier tipo de suelo, preferentemente calizo.

Phillyrea angustifolia (labiérnago)

Labiernago, arbusto de hasta 2 ó 3 m. de altura, que acompaña frecuentemente a los madroños. Este junto al embalse de San Juán, y efectívamente muy cerca de una de las pocas concentraciones de madroños existentes en Guadarrama.

Se mantiene verde todo el año.

Hojas opuestas (en planos alternos).

Hoja especialmente estrecha y alargada, ovado-lanceolada, de 3-8 x 3-1,5 cm.
Familia: Oleaceáceas.

 Origen: especie nativa de la parte occidental de la cuenca mediterránea. Distribuido por toda la región mediterránea en laderas soleadas, zonas rocosas y matorrales. Arbusto perennifolio de 2-3 m de altura. Hoja parecida al olivo. Hojas estrechas de hasta 6 cm de largo, enteras o dentadas, de color verde oscuro. Flores de color blanco verdoso o amarillo azufre, olorosas dispuestas en racimos axilares. Fruto negro azulado del tamaño de un guisante. Pequeños frutos negro-azulados.

Madera bastante buen para quemar. Contiene taninos (se ha utilizado a veces para curtir los cueros), y se tiene por buena planta melífera, ya que produce un néctar muy apetecido por las abejas.

Pistacia terebinthus (cornicabra)

Ejemplares de cornicabra a principios de diciembre, junto al embalse de San Juán. Esta planta se cultiva para injertar sobre ella el pistachero (cuyos frutos son los pistachos).

Hojas compuestas imparipinnadas, es decir con número impar de foliolos, lo que le diferencia del lentisco (pistacia lentisus), con número par de hojuelas.

Aspecto otoñal de las hojas.

Agallas (generadas por la planta tras la picadura de una avispa) en forma de cuerno, lo que le dá el nombre común a la planta.

Agalla.
Familia: Anacardiáceas.

Origen: especie mediterránea. Se extiende por los países ribereños del mediterráneo, encontrándose los ejemplares mejor desarrollados en el archipiélago griego. Etimología: su nombre especifico proviene de la trementina obtenida de su corteza y cornicabra por la agalla curvada o modo de cuerno de cabra que presenta con frecuencia. Arbusto o arbolillo de hasta 5 m de altura. Tronco corto de corteza gris, muy ramificado y con ramas muy largas. A veces las ramas y peciolos de los hojas, toman color rojizo. Hojas compuestas, caducas, imparipinnadas, 3 a 11 foliolos ovales, elípticos o lanceolados, de color verde oscuro. Por el envés son verde pálido. Flores unisexuales, en ramilletes, de color rojizo, que aparecen junto con las hojas de marzo a abril. Frutos (drupa) ovoides, de color rojizo que se vuelven negruzcos, madurando en verano. Por la picadura de un insecto, forma una excrecencia con el aspecto de un cuerno de cabra, de color negro. Las agallas características, en forma de cuerno, que la planta produce al ser atacada, mediante picaduras y posterior puesta de huevos, por los insectos.

 Pero su mayor aprovechamiento es la trementina, obtenida sangrando la corteza, que presenta múltiples aplicaciones.

 Resiste al mar. Teme las heladas fuertes, pero es más resistente al frío que el Lentisco. Localización natural: en laderas soleadas y pedregosas calcáreas.

martes, 6 de diciembre de 2011

Arbutus unedo (madroño)

Ejemplar de madroño junto a la pista forestal que rodea el embalse de San Juan por su lado norte. Estamos en la Comunidad de Madrid, y aunque el madroño forma parte del escudo de su capital, no es una especie muy frecuente en la provincia. Prefiere climas suaves, sin fuertes heladas y asciende hasta los 1200 mts., encontrando al parecer en esta zona unas buenas condiciones.

El fruto madura a finales del otoño.

Intenso color rojo del fruto maduro.

Hojas simples, siempre verdes, en disposición alterna.

Margen finamente aserrado. Color verde intenso y lustroso por el haz.

Envés algo más blanquecino.


Frutos erizados con pequeñas verrugas o picos, con agradable sabor cuando están maduros.

Flores en ramilletes, blancas y con forma tubular típica de la familia de las Ericáceas. Florece a finales del otoño o principios del invierno, por lo que pueden verse al tiempo en flor y fruto.

Troco escamoso que se desprende en plaquitas.

Familia Ericáceas.

Origen: Litorales de la Europa meridional y del suroeste; también está en Irlanda del Norte. Hábitat: El madroño habita alrededor de la región mediterránea y en la parte oeste de Europa. Aparece por toda España, aunque preferentemente en las provincias del litoral, en tierras bajas y en montañas poco elevadas. Etimología: el nombre Arbutus significa "arbolillo", y unedo "comer sólo uno", haciendo referencia a la embriaguez y dolor de cabeza que pueden producir los frutos comidos en exceso. Arbusto grande o árbol alcanzando los 8-10 m de altura. Característico de la zona mediterránea. Corteza pardo oscura muy caracteristica que se desprende en tiras. Ramitas jóvenes con pelos glandulosos, rosadas. Hojas brillantes de color verde oscuro por el haz y algo más claro en el envés, elíptico-acuminadas y base atenuada, alternas, dentadas; nervio central más claro; pecíolo corto, rosado.  Flores blancas o cremosas, a veces algo rosadas, en forma de urna y reunidas en inflorescencias péndulas, que nacen en otoño juntamente con los frutos maduros. El fruto es una baya primero amarilla-anaranjada y posteriormente roja en la madurez. Fruto rojo característico con carne amarillenta, tardando un año en madurar, por eso es ideal en jardinería, ya que puede presentar flores y frutos a la vez. Frutos carnosos dulces y comestibles, pero en grandes cantidades es indigesto. Ácido salvo cuando esta totalmente maduro (amarillo por dentro). Los frutos si son consumidos en abundancia provocan dolor de cabeza y pueden llegar a emborrachar por su contenido alcohólico (con ellos se preparan bebidas alcohólicas).

 Frutos y hojas del madroño tienen propiedades antiinflamatorias, antirreumáticas y diuréticas. Las hojas contienen taninos, resinas y heterósidos que al metabolizarse liberan hidroquinona, principio activo antiséptico. Por esta razón se han utilizado como astringente para combatir diarreas y disenterías. También se preparaban infusiones de hojas como diurético y antiséptico de las vías urinarias. Antiguamente se fermentaban para fabricar bebidas alcohólicas. En el Algarve es típico el licor de madroño. La madera proporciona un buen combustible, muy apreciado en las herrerías; los grandes ceporros o cepas que forman su sistema radical son casi tan apreciados como la leña de la encina para usarlos como combustible y para hacer carbón. La madera se usa para objetos tallados.

 Prefiere los lugares soleados, pero hasta semisombra, aunque sólo en zonas con clima invernal no excesivamente frío. Las heladas pueden dañar a las plantas jóvenes. Por gustar de cierta humedad ambiental es frecuente encontrarla en barrancos y desfiladeros fluviales. Tolera los suelos calcáreos, si bien prefiere los silícicos o descalcificados, sueltos, algo frescos y profundos.

Pinus pinea (pino piñonero)

Pino piñonero, junto al puente sobre el río Cofio justo antes de que este desague en el embalse de San Juán. Copa aparasolada característica.
El pino piñonero se considera autóctono al menos en el sur y este de la Penínula y parece que en otras zonas como en el centro penínsular pudo haber sido introducido hace dos mil años. Prefiere suelos silíceos, un clima algo cálido y no suele superar los 1000 mts de altura, encontrandose ampliamente extendido entre la parte suroriental de Guadarrama y el extremo occidental de Gredos.

Acículas de 10-20 cm de largo y 1-2 mm de grosor

Agrupadas de dos en dos por medio de una vaina membranosa que las rodea en la base .

Yemas, a finales del otoño.

Piña ovada o globosa de 8-14 x 7-10 cm.

Cada escama aloja a dos piñones de 15-20 mm.

Corteza pardo-grisacea, profundamente agrietada, que se desprende en gruesas capas dejando al descubierto nuevas capas de color pardo-rojizo muy vivo.

Familia Pináceas.

El epíteto específico "pinea" es el nombre latino de la piña y quiere destacar la producción por esta especie de piñones comestibles lo que constituye uno de los principales aprovechamientos de este pino. Arbol perennifolio de hasta 30 m. Es una conífera. Los adultos presentan la copa en forma de sombrilla. La corteza es muy gruesa, de color pardo grisáceo y muy fisurada, se desprende en grandes plaquetas en la madurez, dejando grandes manchas rojizas. Posee raíces secundarias muy desarrolladas para extraer agua de las capas profundas. Hojas aciculares algo rígidas y punzantes de 10 a 20 cm de largo, agrupadas de dos en dos. Los ejemplares jóvenes tienen las hojas de color verde azulado y las de los adultos muestran un color verde claro vivo. Florece en primavera, no llegando a madurar los piñones, que puede mantener su capacidad de germinación varios años. Desarrolla unas flores masculinas de forma cilíndrica, agrupadas en gran número, formando espigas alargadas de color amarillo vivo. Las flores femeninas también están agrupadas en un cono de color verde rojizo. Fructificación: piña globoso-ovoidea de 8 a 15 cm x 7 a 10 cm, subsésil, caduca, brillante, apófisis convexas. La piña madurará al tercer año o en la primavera del cuarto año después de aparecer. Crecimiento: Lento. Es un árbol de gran longevidad, llegando a vivir hasta 500 años.

 La especie destaca por la producción de piñones comestibles, utilizados para consumir directamente, en confiterías y recetas culinarias. La madera es de color claro y algo resinosa y propensa a la compresión lo que la hace poco apta para trabajos de carpintería escogidos. Sin embargo aguanta muy bien los esfuerzos a flexión por lo que se ha utilizado como apeas de mina y construcción. Como combustible arde muy rápido desprendiendo gran cantidad de calor. Su resina se aprovecha para sacar ciertas esencias de perfumería aunque su mayor aprovechamiento es el piñón de carácter comestible.

 Clima: Es una especie claramente de luz que precisa de largas insolaciones para fructificar. Suele darse en mesetas, llanuras, colinas y laderas bajas, incluso sobre dunas desde el nivel del mar hasta los 1.000 m. Soporta bien la sequía estival. Soporta bien el frío y las heladas. Crece en todo tipo de terrenos, aunque se da mejor en los graníticos y silíceos sueltos. Requiere mucha luz.

 Enfermedades y plagas: Varios son las especies de hongos que afectan a estos ejemplares entre los que podemos nombrar Armillaria mellea, Diplodia acicola, Fomes pini, Fomes pinicola o Lophodermium pinastri aunque no suelen causar problemas de gravedad. Entre las plagas de insectos, se han descrito las producidas por Thaumeotopoea pityocampa (procesionaria del pino), Acantholyda hieroglyphica, Dendrolymus pini, Rhyacionia duplana, Blastophagus piniperda, Pissodes validirostris o Dioryctria mendacella.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Castanea sativa (castaño)

Castaño de buen porte, en el castañar próximo al area recreativa Las Eras, en Casillas (Avila). Estamos en la vertiente sur de la Sierra de Gredos, a finales de noviembre.

El castaño como especie autóctona en la Península es objeto de controversia. Se considera introducida en gran parte de su área actual, aunque hay registros de polen que demustran la presencia del género en la Península al menos durante el pleistoceno y segunda mitad del holoceno, épocas anteriores (sobre todo el pleistoceno) a las que pudo haber sido introducido por el hombre.
Los castañares del Sistema Central forman algunas masas importantes en los dos extremos de la Sierra de Gredos, y en todos ellos parece más lógico ver la mano del hombre como agente introductor.
Las últimas hojas con tonos verdes.
Hojas grandes, lanceoladas y con el borde muy serrado.

El fruto, la castaña, se presenta normalmente de tres en tres en el interior de cúpulas globosas, erizadas con largas espinas punzantes.

Aspecto de la corteza del tronco.


Corteza de castaño joven, aún sin agrietar.
Estampa otoñal del castañar, cerca de Casillas.

Grandes y viejos ejemplares situados en terrazas o bancales.

Familia: Fagáceas.

Distribuido ampliamente por la Peninsula Iberica, aunque muchos antiguos castañares, especialmente del norte, desaparecieron por el ataque de un hongo, la tinta. Altitud: desde 200 m hasta 1.800 m. Arbol caducifolio, de porte extendido. Altura: Hasta 30 m. Con la edad la corteza se arruga y se cuartea. Alcanza gran longevidad. Las hojas, oblongas y lisas, de color verde oscuro, toman tonalidad amarilla en otoño. Produce espigas de flores pequeñas de color amarillo crema, que dan lugar a frutos comestibles contenidos en el interior de una corteza espinosas. Sus flores son engastes de flores masculinas, que tienen en la base cinco o seis flores femeninas.

Su fruto, la castaña, se utiliza como alimento humano y para el ganado. Es muy apreciado en pastelería. Florece a fines de primavera, y las castañas maduran durante el otoño. Para que los frutos maduren, necesita veranos cálidos.

Su madera es muy apreciada para construcción, carpintería, ebanistería y tonelería.

 Prefiere los suelos frescos y sueltos de climas húmedos. Le gusta el clima templado, pero presenta gran resistencia al frío, aunque es dañado por las heladas tardías. Teme a los suelos calizos. No gusta de suelos encharcados, compactos o muy arcillosos.

 Plagas y enfermedades:
 La enfermedad más importante que sufre este castaño es la llamada "tinta" provocada por los hongos Phytophtora cambivora y Phytophtora cinnamomi que penetran a través de las raíces más finas alcanzando los vasos conductores junto al cambium. Podemos distinguirla por el color negro con que aparecen los tejidos bajo la corteza y la muerte progresiva de ramillas apicales según se ven afectadas las raíces correspondientes.
 La humedad, la temperatura suave y, sobre todo, los restos de humus en el suelo, ayudan a su propagación siendo la mejor medida preventiva, la eliminación de restos vegetales en las inmediaciones.
En cuanto a plagas, podemos citar ataques de distintos lepidópteros como Lymantria dispar y Euproctis chrysorrhoeas.