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Pino negro (pinus uncinata), inexistente como especie autóctona en el Sistema Central, sin embargo lo encontramos formando bosquetes de repoblación en algunos puertos de Guadarrama y en ambas laderas de la Cuerda de La Pinilla en la Sierra de Ayllón, como el ejemplar de la fotografía, en este caso en la ladera segoviana. Siempre en cotas altas, por encima del pino silvestre, sobre los 1.800 - 2.000 mts.
Con forma generalmente cónica y sin alcanzar gran altura (20 mts), requiere suelos algo húmedos y no resiste las sequias estivales, por lo que encuentra su hábitat predilecto en regiones más norteñas como los Pirineos. |
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Acículas de pino negro (pinus uncinata), de color verde oscuro fácilmente diferenciable del verde un poco más azulado del pino silvestre (pinus sylvestris). De 3-8 cms., en disposición muy densa y agrupadas de dos en dos. |
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Las piñas del pino negro son pequeñas, de 5 a 7 cms, asimétricas y con las escamas del lado expuesto de forma ganchuda. |
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Corteza de pino negro (pinus uncinata) de color gris oscuro. |
Familia Pináceas.
Pinus uncinata es un árbol poco elevado que raramente supera los 20 metros de altura, con copa generalmente cónica o piramidal y follaje muy denso y oscuro. Tronco derecho, columnar, salvo en situaciones muy expuestas o ventisqueros, en que se arquea por el peso de la nieve, ramificado casi desde la base, con corteza gris oscura o pardo-grisácea. Hojas aciculares, color verde-oscuro, de 3 a 8 cm de largo por 1,5 a 2 mm de grosor, con borde áspero, en disposición muy densa sobre las ramas y agrupadas por parejas; se mantienen de 2 a 5 años y son algo rígidas pero poco punzantes. Piñas casi sentadas, aovadas o aovado-cónicas, asimétricas, de color pardo algo lustroso, con escamas provistas de un escudete, recurvado hacia atrás, ganchudo, miden de 5 a 7 cm por 2 ó 3 de ancho. Piñones de color pardo-grisáceo o negruzcos de 4 a 5 mm, largamente alados (con ala de hasta 1,6 cm).
La floración se produce de junio a julio y maduran sus piñas en el verano, dos años después, diseminando en la primavera siguiente.
Se cria en las montañas elevadas, principalmente entre los 1.600 y 2.400 metros, aunque sube en ejemplares aislados hasta los 2.700 y puede descender hasta los 1400 m. Es el árbol que alcanza mayor altitud en la Península Ibérica, colonizando todo tipo de terrenos y substratos, incluso los canchales y grietas de la rocas; soporta muy bien los fríos intensos y prolongados y requiere un suelo algo húmedo, no aguantando las sequías estivales.
Su nombre específico deriva del adjetivo latino uncinatus, que significa "ganchudo" y alude a la uña revuelta que presentan las escamas de sus piñas. Es un pino de crecimiento lento y larga vida, puede superar los 600 años. Su madera es compacta, de grano fino, ligera y fácil de trabajar, resinosa de calidad muchas veces superior a la del pino albar, pero menos empleada por su escasez.
Por sus exigencias ecológicas, es insustituible para repoblar en el piso subalpino, donde desempeña de forma natural un importante papel protector del suelo e incluso colonizador.