Dolycoris baccarum, pequeño chinche de vivos colores. Este ejemplar lo encontramos en pleno més de abril, en la cima de La Tornera (1865 mts), Sierra de Ayllón, caminando por el filo de una laja. |
Estas chinches de poco más de un centímetro de longitud corporal,
presentan una coloración muy variable, aunque predominan los tonos pardos,
morados y verdosos.
Viven en bosques mixtos de fronda, linderos y claros, y abundan en jardines
donde succionan el jugo de diversas bayas, y por supuesto, de las fresas, sobre
las que dejan un gusto pestilente que las hace inservibles para su uso por el hombre. Se distribuyen prácticamente por toda Europa, llegando
a ser muy frecuentes.
Las chinches de un año no alcanzan la madurez sexual hasta la
siguiente primavera, después de hibernar. Ponen los huevos a principios del
verano y las ninfas deberán pasar cinco mudas para llegar al término de su
desarrollo en otoño.
Texto extraído de: http://herramientas.educa.madrid.org/animalandia/ficha.php?id=2615
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