lunes, 28 de noviembre de 2011

Castanea sativa (castaño)

Castaño de buen porte, en el castañar próximo al area recreativa Las Eras, en Casillas (Avila). Estamos en la vertiente sur de la Sierra de Gredos, a finales de noviembre.

El castaño como especie autóctona en la Península es objeto de controversia. Se considera introducida en gran parte de su área actual, aunque hay registros de polen que demustran la presencia del género en la Península al menos durante el pleistoceno y segunda mitad del holoceno, épocas anteriores (sobre todo el pleistoceno) a las que pudo haber sido introducido por el hombre.
Los castañares del Sistema Central forman algunas masas importantes en los dos extremos de la Sierra de Gredos, y en todos ellos parece más lógico ver la mano del hombre como agente introductor.
Las últimas hojas con tonos verdes.
Hojas grandes, lanceoladas y con el borde muy serrado.

El fruto, la castaña, se presenta normalmente de tres en tres en el interior de cúpulas globosas, erizadas con largas espinas punzantes.

Aspecto de la corteza del tronco.


Corteza de castaño joven, aún sin agrietar.
Estampa otoñal del castañar, cerca de Casillas.

Grandes y viejos ejemplares situados en terrazas o bancales.

Familia: Fagáceas.

Distribuido ampliamente por la Peninsula Iberica, aunque muchos antiguos castañares, especialmente del norte, desaparecieron por el ataque de un hongo, la tinta. Altitud: desde 200 m hasta 1.800 m. Arbol caducifolio, de porte extendido. Altura: Hasta 30 m. Con la edad la corteza se arruga y se cuartea. Alcanza gran longevidad. Las hojas, oblongas y lisas, de color verde oscuro, toman tonalidad amarilla en otoño. Produce espigas de flores pequeñas de color amarillo crema, que dan lugar a frutos comestibles contenidos en el interior de una corteza espinosas. Sus flores son engastes de flores masculinas, que tienen en la base cinco o seis flores femeninas.

Su fruto, la castaña, se utiliza como alimento humano y para el ganado. Es muy apreciado en pastelería. Florece a fines de primavera, y las castañas maduran durante el otoño. Para que los frutos maduren, necesita veranos cálidos.

Su madera es muy apreciada para construcción, carpintería, ebanistería y tonelería.

 Prefiere los suelos frescos y sueltos de climas húmedos. Le gusta el clima templado, pero presenta gran resistencia al frío, aunque es dañado por las heladas tardías. Teme a los suelos calizos. No gusta de suelos encharcados, compactos o muy arcillosos.

 Plagas y enfermedades:
 La enfermedad más importante que sufre este castaño es la llamada "tinta" provocada por los hongos Phytophtora cambivora y Phytophtora cinnamomi que penetran a través de las raíces más finas alcanzando los vasos conductores junto al cambium. Podemos distinguirla por el color negro con que aparecen los tejidos bajo la corteza y la muerte progresiva de ramillas apicales según se ven afectadas las raíces correspondientes.
 La humedad, la temperatura suave y, sobre todo, los restos de humus en el suelo, ayudan a su propagación siendo la mejor medida preventiva, la eliminación de restos vegetales en las inmediaciones.
En cuanto a plagas, podemos citar ataques de distintos lepidópteros como Lymantria dispar y Euproctis chrysorrhoeas.

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